sábado, abril 22, 2006

Sorpresas tiene la vida...

Tal vez algunos estén extrañados de que hasta este momento no esté escribiendo tanto como regularmente, pero eso es porque estoy preparando una sorpresa que a muchos les gustara, y a otros no tanto.

Son muchas las experiencias y el aprendizaje que estoy obteniendo como vendedor y eso tiene que caopitalizar en algo grande y verdadero.

Los que me conocen saben que una de mis mayores prédicas es que los profesionistas tienen una labor que cumplir, y que la mayoría de ellos no lo hace. Si estudiamos la proporción de profesionistas del país con los no profesionistas, descubriremos que los que tuvimos oportunidad de estudiar una carrera universitaria y terminarla somos muy pocos, por eso es nuestra responsabilidad el crear nuevas fuentes de empleo y tomar en nuestras manos el presente de nuestro país. Si no lo hacemos nosotros quien lo va a hacer, ¿el gobierno?

Sin embargo, he estado actualizando regularmente mi sitio alterno, el Pequeño Rincón Musulmán (la liga está a un lado de este escrito). Esto para que puedan conocer un poco más de la cultura Sufí y que vean porque decidí abrazar este tipo de Islam como mi camino espiritual personal.

Saludos a todos.

1 comentario:

jovialiste dijo...

Dios es omnipotente. ¿Sí?
¡Si!
Veo que también lo crees. Enhorabuena!
Pero en este mundo nos ha creado a nosotros, para que dentro del mismo o en sus inmediaciones, y en la medida de nuestras posibilidades limitadas, lo reemplacemos, y seamos por lo menos parecidos o como él, por eso somos a su imágen una especie de reyes de esta creación en donde hay otros millones de seres biológicos los animales, los vegetales, los microbios, etc.
Entretanto, él se queda como inactivo y callado, no actúa manifiestamente, excepto en contadas ocasiones, las de los milagros, en que alguien con mérito o gracia ruega al respecto, o nos salva un angel de un peligro.
No actúa para que nosotros podamos hacerlo que él previó podemos hacer en este escenario material, y espiritual.
De modo que si no lo haces, si esperas que él lo haga por ti, pierdes tu tiempo y no cumples con su voluntad, pues es a tí que te corresponde este tiempo y lugar de vivir.
Él ya vive por los siglos de los siglos y fuera de los tiempos.
De ahí la importancia del hacer fecundo de un hombre aunque no se vea por otros, aunque pase inadvertido, aunque parezca poco importante, etc, pues si él no hace Dios no va a hacerlo por él, pues su voluntad es que actúes y vivas una vida útil para ti y para tus semejantes completando este mundo que dejó adrede incompleto para que nosotros tuviéramos una tarea (o más), en la vida que realizar que diera sentido a nuestras existencias.