viernes, febrero 24, 2006

Historia de la Conversión...

Tal vez este sea el momento, después de varios meses de escribir en este lugar, es justo que al fin les relate la forma en que me convertí en Musulmán, específicamente de la rama Sufí, o sea que soy Derviche.

Érase una vez en que después de haber terminado con mi novia, probablemente la mujer que más he amado en mi vida, que por curiosidad empecé a leer El Corán. Los que me conocen sabrán que no es nada extraño en mi que me dedique a la lectura de temas teológicos y esotéricos, así que todo era normal.

Yo siempre había tenido renuencia a leer sobre Islam porque nunca nunca me ha gustado la palabra SUMISIÓN...

Sumisión... remarco esta palabra porque tiene mucha importancia en mi relato. El significado que se le atribuye en el Sufísmo es: un estado de aceptación positiva de la iniciativa divina en todo acontecer, interno y externo, que hace emerger en el practicante la libertad que le permite vivir en armonía con la Realidad Absoluta.

Así fue que llegó el día de mi cumpleaños, en el que organicé una pequeña fiesta para mis amigos más cercanos y además invité a la que en ese momento ya era mi ex-novia. Todavía puedo recordar el dolor que me provocaba el verla y saber que no podía estar con ella. El dolor era tanto que en un momento en el que bailaba yo solo mientras ella estaba sentada frente a mi, volteé al cielo pensé muy molesto: Dios, por qué me estás castigando, tu sabes que yo la amo y no me dejas estar con ella.

En ese momento lo comprendí. Por más que yo quisiera existía una voluntad más fuerte que la mía y que no había forma de superarla. Esa voluntad era la de Dios.

Fue ahí que comprendí que NO SE MUEVE UNA SIN LA VOLUNTAD DE DIOS, y por primera vez sentí una gran comunión con todo el universo, me sentí una parte del todo universal. Fue una experiencia tan maravillosa que estuve a punto de llorar de la emoción.

Definitivamente a partir de ahí he aprendido mucho, y una de esas cosas es que SOLO DIOS SABE QUIEN DEBE SER RICO Y QUIEN POBRE, PORQUE SOLO ÉL SABE QUE NECESITA CADA QUIEN PARA PODER DESARROLLARSE...

Por eso es que he decidido voluntariamente someterme a alguien más, a fin de cuentas todos regresaremos a Dios, pero algunos regresamos conscientemente y otros inconscientemente...

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