miércoles, diciembre 07, 2005

Que hacer después de la orgía...

Varias personas lo hemos pensado, pero pocas lo hemos expresado. Después de estar enredado en un huracán pasional, en el cual la carne es exaltada y utilizada hasta su máxima expresión, donde en un momento nuestro Dios se llama Deseo, es inevitable que surja la pregunta: ¿qué hacer después de la orgía?

Me lo he preguntado muchas veces. Al levantarme y ver todos esos cuerpos desnudos o semi-desnudos a mi alrededor, sudorosos, en lúbricas posiciones, clamando por una caricia, me siento el ser más inutil sobre la tierra.

Es decir, ¿que debo de hacer? ¿Debo comenzar de nuevo, aunque la mayoría estén ya extenuados? ¿Debo permanecer quieto esperando ver que hacen los demás? ¿Debo vestirme y retirarme, pero al hacerlo buscar al anfitrión para agradecerle? ¿O sólo me escurro sin que nadie se de cuenta por la puerta?

Entre mis devaneos he encontrado tres posibles soluciones para poder salir bien librado y con dignidad de esta situación:

1. Hacer el desayuno. Así todo el mundo estará agradecido y fingirá como que no ha pasado nada.

2. Hacerse el dormido. Es una táctica sucia, pero te ahorrará muchas vergüenzas el levantarte cuando ya no hay nadie más.

3. Volver a empezar. Total, ya estás ahí, así ya no vuelves a decir: Dios no te pido que me des, sino que me pongas donde hay.

Pero definitivamente, esto es algo en que todavía no he podido definir mi posición, más allá del 69. Como dice la Cuca: me pregunto me cuestiono y no'más no llego a nada.

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