Ninguno de los dos caminos es fácil, eso de tratar de hacer riqueza de la nada no es nada sencillo. Me hace sentir como un mago que trata de sacar un conejo de su sombrero para impresionar al público y súbitamente descubre que el póbre animal murio asfixiado. Yo se que es posible hacer una empresa, es lo que me gusta y lo seguiré intentando, pero no me gusta que varios conejos tengan que morir antes de que logre hacer el truco.
Para acabar de fregar el asunto, decidí ser metrosexual,un estilo de vida que absorbe demasiado tiempo y dinero, y ninguno de los dos es bueno perderlo cuando intentas ser empresario. Pero la ventaja es que al verte por la mañana siempre en forma y bien vestido, sabes que ha valido la pena; y lo sabes aun más cuando llegas a un bar y hay una linda morena que no puede quitarte la vista de encima, y si tienes suerte, también las manos...
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